Category Archives: Asalvajados
Cuando el parado crea moda y todos la seguimos.
« (…) en cuanto los obreros han pasado de trabajadores explotados a consumidores ilusionados (…) obreros convertidos en clase media, en ejemplares de cultura «mediocre», crecieron tanto en capacidad adquisitiva que inclinaron la oferta hacia sus gustos (…).»
Si comunidad de iguales, consumo, moda y comunicación son imprescindibles para ajustarnos a nuestro tiempo ¿cómo se logra disentir y cómo se alcanza el siguiente estadío de progreso en positivo sin una pretensión real de mejorar, sin una pausa reflexiva a la hora de consumir, sin miedo a no pertenecer al grupo y confundiendo comunicación con información? Y es que, como ya dije alguna vez, parece ser que las personas prefieren habitaciones con muebles de Ikea, que habitaciones con instrucciones de muebles de Ikea. La masa es amplia en volumen, pero estrecha en pensamiento y muy corta de miras. Quizá, entre los que son masa y los que no, sólo quede hablar del tiempo o de la moda y que como en toda historia existan dos bandos: «la cultura de los nuevos y muchos cultos» versus «la cultura culta de lo oculto», la primera a modo de relicario y nuevos dioses y la segunda a modo de proscritos ávidos de trascender. Sin embargo, misterios todos.
Cupido culpable por mala praxis
Reductio ad absurdum
Te digo la verdad si te digo que te estoy mintiendo
Ahora no, ahora revisamos Whatsapp, e-mail, mensaje privado en Facebook, mensaje privado en Twitter, pseodomenciones en cualquier medio que puedas revisar, etc. Y así vas alternando una y otra vez, una y otra vez, en bucle, esperando también esa comunicación atrincherada en alguna sucursal infernal del ciberespacio. Pero probablemente te pienses más que antes mandar ese mensaje de “¡Eo, estoy aquí!”, bien sea porque ya no estamos para esas cosas o porque la excusa de que el mensaje está secuestrado ya no es válida. Aun así, te sigues martirizando y preguntándo porqué puso tanto interés si luego no ha dado ningún tipo de señal.
«Había hecho entonces una gran demostración de su descubrimiento en un Congreso Internacional de Astronomía. Pero nadie le había creído a causa de su vestimenta. Los adultos son así. (…) Cuando uno les habla de un nuevo amigo, nunca preguntan sobre lo esencial. Nunca te dicen: «Cómo es el sonido de su voz? ¿Cuáles son los juegos que prefiere? ¿Colecciona mariposas?» Te preguntan: «Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos tiene? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?» Sólo entonces creen conocerlo.»
Bromas aparte, una persona es todo eso y más, palabras, gestos, miradas, actos, tono de voz, pero también su peso, en qué familia se crió y saber si se muerde las uñas. Aunque lo mejor para conocernos es compartir un vino, charlar y observarte también a ti mismo, pues si estás a gusto, aunque sea mentira, te habrá merecido la pena, además de que habrá que esperar a que la ocasión sea más propicia para ese intercambio de mensajes mientras los piquetes existan sólo en las miradas.